Una vez considerados como una oferta de ocio, los videojuegos han evolucionado para convertirse en uno de los elementos dominantes de la cultura actual. Esta transformación ha sido impulsada por varios factores, incluyendo el auge de la digitalización y el creciente interés en los mundos virtuales.



​La industria del videojuego es un activo económico en auge que en España ha alcanzado una facturación de 2.012 millones de euros en 2022, un 12% más que el año anterior1. España es, de hecho, el cuarto mercado más grande de la UE con más de 18,2 millones de jugadores.



​Los videojuegos también han comenzado a ser reconocidos como una forma legítima y total de arte. Mientras que el mundo del arte sigue mirando hacia el NFT como la gran apuesta de futuro, los videojuegos ya tienen su sitio junto a los Warhol, Van Gogh y Picasso que hay en el MoMA.