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Los actores y artistas que prestan sus voces, movimientos y rostros a los personajes de los videojuegos podrían ir a la huelga si no se resuelve el conflicto laboral que mantienen con las empresas del sector. El sindicato que los representa, SAG-AFTRA, anunció el pasado viernes que sus miembros votarán del 5 al 25 de septiembre si están dispuestos a iniciar un paro de actividades en caso de que las negociaciones que se reanudarán el 26 de septiembre con los productores no sean satisfactorias.

​La SAG-AFTRA, que cuenta con más de 160.000 afiliados, denunció hace casi un año que su contrato con las empresas de videojuegos se había extendido más allá de su fecha de vencimiento, sin que se hubieran alcanzado nuevos términos que reflejaran las necesidades y demandas de sus miembros. Entre ellas, se encuentran mejoras salariales, condiciones de trabajo más seguras y respetuosas, y protección ante el uso de la inteligencia artificial (IA) para replicar sus voces y rostros sin su consentimiento ni compensación.

​La presidenta del sindicato, Fran Drescher, aseguró en un comunicado que las conversaciones para un nuevo convenio estaban en un “punto muerto” y que el voto de autorización de huelga era necesario para obtener avances en las negociaciones. “Una vez más nos enfrentamos a la avaricia y a la falta de respeto de los empleadores”, declaró Drescher, quien hizo énfasis en el peligro que representaba la IA para el trabajo de sus miembros. “Sin protecciones contractuales, los empleadores les piden a los actores que participen sin saberlo en la extinción de su arte y sus medios de vida”, añadió.

​El negociador en jefe del sindicato, Duncan Crabtree-Ireland, explicó en el mismo documento que la IA suponía una amenaza para los derechos y las oportunidades laborales de los intérpretes, ya que permitía a las empresas utilizar sus voces y rostros para crear personajes virtuales sin su participación ni remuneración. Además, señaló que la IA también podía servir para manipular o falsificar contenidos audiovisuales con fines maliciosos o ilegales. Por ello, el sindicato exige que se establezcan límites y garantías para el uso de esta tecnología en el sector de los videojuegos.

​El sindicato también reclama aumentos salariales acordes al crecimiento y la rentabilidad de la industria de los videojuegos, que según datos de la consultora Newzoo generó unos ingresos globales de 177.800 millones de dólares en 2020, un 23,1% más que el año anterior. El sindicato pide los mismos incrementos salariales para los intérpretes de videojuegos que para los actores de cine y televisión: un 11% de aumento retroactivo y aumentos del 4% en el segundo y tercer año del convenio.

​Asimismo, el sindicato demanda mejores condiciones de trabajo para los intérpretes que se someten a sesiones intensivas y exigentes de captura de movimiento y voz, que pueden provocar lesiones o daños vocales. El sindicato solicita que se respeten los descansos, se limite la duración de las sesiones, se proporcione asistencia médica adecuada y se reconozca el trabajo adicional o especializado.

​Entre las compañías que se verían afectadas por una posible huelga se encuentran algunas de las más importantes y populares del sector, como Epic Games (Fortnite), Disney Character Voices Inc., Blindlight (Halo), WB Games Inc. (Mortal Kombat 11) o Activision Blizzard (Call of Duty). Estas empresas forman parte del Acuerdo de Medios Interactivos (IMA), que agrupa a los productores de videojuegos que negocian con el sindicato.

​La portavoz de los productores del IMA, Audrey Cooling, defendió que “todas las empresas quieren un contrato justo” y que están “negociando de buena fe” con el sindicato. “Esperamos llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso lo antes posible”, afirmó Cooling en un comunicado.

​La amenaza de huelga de los intérpretes de videojuegos se suma a la que ya iniciaron el pasado 14 de julio los actores de cine y televisión del mismo sindicato, que se unieron a los guionistas representados por el Writers Guild of America, que llevan en la línea de piquete desde principios de mayo. Ambos colectivos también reclaman mejores condiciones laborales y salariales, así como protección ante el uso de la IA, en un contexto de transformación y expansión del sector audiovisual impulsado por el streaming.

​La posible huelga de los intérpretes de videojuegos podría tener un impacto significativo en la producción y el lanzamiento de nuevos títulos, así como en la actualización y el mantenimiento de los ya existentes. Además, podría afectar a la calidad y la diversidad de los personajes y las historias que se ofrecen a los usuarios, que cada vez demandan más experiencias inmersivas y realistas. Por ello, se espera que las partes implicadas lleguen a un acuerdo que satisfaga sus intereses y evite una paralización del sector.