No es un fenómeno nuevo, pero se ha vuelto más frecuente y visible en los últimos años gracias al auge de las redes sociales y las plataformas digitales. Algunos ejemplos anteriores de review bombing son el que sufrió Mass Effect 3 en 2012 por su polémico final, el que padeció Call of Duty: Infinite Warfare en 2016 por su tráiler futurista, o el que recibió Fire Emblem Fates en 2017 por su censura y localización.



​Sin embargo, en los últimos meses hemos asistido a una oleada de review bombing que ha afectado a varios juegos de gran relevancia y popularidad. Estos son algunos de los más destacados:



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Starfield

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​El esperado juego de rol espacial de Bethesda se ha convertido en el blanco de las críticas negativas de los usuarios en Metacritic, donde su puntuación ha bajado hasta un 5.6 sobre 10. Los motivos detrás del review bombing son variados, pero algunos de los más recurrentes son la exclusividad del juego para Xbox y PC, el aspecto gráfico del mismo, la supuesta falta de innovación respecto a otros títulos de la compañía, o el descontento con el director Todd Howard. Algunas de las reseñas califican el juego como “una basura”, “un juego para móviles” o “una decepción de secuela”.



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The Legend of Zelda

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​Tears of the Kingdom: La secuela del aclamado Breath of the Wild también ha sido víctima del review bombing en Metacritic, donde su puntuación de usuarios ha caído hasta un 5.6 sobre 10. Las razones que esgrimen los críticos son principalmente la similitud con su predecesor, al que acusan de ser un DLC disfrazado, la inclusión de un personaje transgénero durante el mes del orgullo LGTBIQ+, o la falta de accesibilidad y rendimiento en Nintendo Switch. Algunos usuarios también han aprovechado para insultar a los fans de la saga, a los desarrolladores o al propio Link.



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Final Fantasy XVI

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​El nuevo capítulo de la legendaria saga de Square Enix tampoco se ha librado del review bombing en Metacritic, donde su puntuación de usuarios ha descendido del 7.0 sobre 10. Los motivos que alegan los detractores son el cambio radical de estilo gráfico y artístico respecto a anteriores entregas, el diseño genérico y occidentalizado de los personajes y el mundo, la exclusividad temporal para PlayStation 5, o la falta de novedad y originalidad en la historia y el sistema de combate.



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Deathloop

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​El juego de acción e infiltración con bucles temporales de Arkane Studios ha recibido una lluvia de críticas negativas en Steam, donde su puntuación ha bajado hasta un 46% de opiniones positivas. Al parecer se debe al alto precio del juego (69.99 euros), los problemas técnicos y de rendimiento que presenta en PC, la obligatoriedad de usar Denuvo como sistema anticopia, o la exclusividad temporal para PlayStation 5 en consolas.



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New World

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​El juego multijugador masivo online (MMO) ambientado en una versión alternativa del siglo XVII ha sido objeto del review bombing en Steam, donde su puntuación ha caído hasta un 68% de opiniones positivas. Las causas que exponen los usuarios son las largas colas para acceder a los servidores, los bugs y glitches que afectan al juego, el desequilibrio entre las facciones y las clases, o la falta de contenido y variedad en las misiones y actividades.



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Pokémon Unite

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​El juego free-to-play de batallas por equipos al estilo MOBA ambientado en el universo Pokémon ha sufrido el review bombing en Metacritic, donde su puntuación de usuarios ha bajado hasta un 4.1 sobre 10. Dicen los usuarios qie los motivos son el sistema de monetización abusivo y pay-to-win del juego, que favorece a los que gastan dinero real en obtener ventajas, la falta de fidelidad y respeto a la saga original, o la colaboración con Tencent, una empresa china acusada de censura y espionaje.



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Resident Evil Village

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​La octava entrega de la saga de terror y acción de Capcom ha recibido una oleada de críticas negativas en Metacritic, donde su puntuación de usuarios ha bajado hasta un 6.8 sobre 10. Las causas que esgrimen los usuarios son el cambio de tono y ambientación respecto a Resident Evil 7, al que consideran más terrorífico y fiel a la esencia de la saga, la duración corta y el ritmo irregular del juego, la falta de rejugabilidad y contenido adicional, o el diseño sexualizado de algunos personajes, como Lady Dimitrescu.



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Cyberpunk 2077

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​El juego de rol y acción en primera persona ambientado en un futuro distópico ha sido uno de los casos más sonados y polémicos de review bombing en la historia de los videojuegos. El juego recibió una avalancha de críticas negativas en Metacritic, donde su puntuación de usuarios ha bajado hasta un 6.0 sobre 10 en PC, un 3.2 en PS4 y un 3.5 en Xbox One. Los motivos que alegan los usuarios son los numerosos bugs y fallos técnicos que presenta el juego, especialmente en las versiones de consola, la falta de cumplimiento con las expectativas generadas por el marketing y las promesas de los desarrolladores, la ausencia de opciones de personalización y decisiones relevantes, o la pobre inteligencia artificial y diseño del mundo abierto.



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Ghost of Tsushima

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​El juego de acción y aventura ambientado en el Japón feudal ha sido víctima del review bombing en Metacritic, donde su puntuación de usuarios ha bajado hasta un 6.5 sobre 10. Los usuarios argumentan que las causas son la falta de realismo e historicidad en la representación de la cultura japonesa, el diseño repetitivo y aburrido de las misiones y actividades, la dificultad baja y el combate simplista, o la exclusividad del juego para PlayStation 4.



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The Last of Us Parte II

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​El juego de acción y supervivencia con elementos de terror ha sido uno de los más atacados por el review bombing en Metacritic, donde su puntuación de usuarios ha bajado hasta un 5.6 sobre 10. Los motivos que dan los usuarios son el descontento con las decisiones narrativas y creativas tomadas por los desarrolladores, especialmente en lo referente al destino de algunos personajes clave, la inclusión de personajes LGTBIQ+ y su relevancia en la trama, la violencia excesiva y gratuita del juego, o la falta de innovación jugable respecto a la primera parte.

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​El review bombing es una práctica que puede tener consecuencias negativas tanto para los desarrolladores como para los consumidores. Por un lado, puede afectar a la reputación y las ventas de un juego, así como a la moral y el ánimo de sus creadores. Por otro lado, puede distorsionar la percepción y la valoración objetiva de un juego, así como dificultar el acceso a opiniones honestas y constructivas. Además, puede generar una atmósfera tóxica y hostil entre los propios usuarios, que se enfrentan entre sí por defender o atacar un juego.