Gaming Heads es una compañía con sede en Hong Kong que se dedica a fabricar y vender figuras y otros artículos relacionados con los videojuegos, bajo el permiso de las empresas propietarias de las marcas. Durante más de 10 años, Gaming Heads ha trabajado con Sony para ofrecer a los fans de PlayStation algunas de las mejores piezas de coleccionismo basadas en sus sagas más populares. Entre sus productos se encuentran figuras de personajes como Ellie y Joel de The Last of Us, Kratos y Atreus de God of War, Ratchet y Clank de la serie homónima, o Sly Cooper y Jak and Daxter de sus respectivos juegos. Estas figuras se caracterizan por su gran calidad y detalle, así como por su elevado precio, que puede superar los 500 dólares en algunos casos.



​Sin embargo, el pasado 26 de septiembre, Gaming Heads publicó una carta abierta a la comunidad de coleccionistas de PlayStation en la que comunicaba una noticia muy desagradable: Sony le había pedido que destruyera todo su inventario relacionado con PlayStation, sin dar ninguna explicación al respecto. Esto implicaba no solo los productos que tenían en stock o listos para ser enviados, sino también los que estaban en producción o en desarrollo. Además, Gaming Heads informaba a los clientes que habían comprado o reservado alguno de estos artículos que no iban a recibirlos, y que debían contactar directamente con Sony para resolver el tema de los pagos y los reembolsos.



​La carta abierta dejaba entrever el malestar y la frustración de Gaming Heads por esta situación, y responsabilizaba totalmente a Sony por las molestias causadas a los compradores. Incluso mencionaba el nombre de un empleado de Sony al que dirigir las quejas y las dudas, y cuestionaba el lema de PlayStation For the Players (Para los jugadores), al considerar que esta decisión iba en contra de los intereses y deseos de los fans. La carta terminaba pidiendo disculpas a los afectados y agradeciendo el apoyo recibido durante todos estos años.



​La reacción de los usuarios no se hizo esperar, y las redes sociales se llenaron de comentarios expresando su sorpresa, su decepción y su enfado por esta noticia. Muchos criticaron la actitud de Sony por tomar una medida tan drástica y arbitraria sin dar ninguna razón ni ofrecer ninguna solución. Otros mostraron su solidaridad con Gaming Heads y su descontento con la forma en que habían sido tratados después de tantos años de colaboración. También hubo quien se preguntó si había algún conflicto legal o comercial entre las dos compañías, o si se trataba de una estrategia de Sony para aumentar el valor y la exclusividad de sus productos. Algunos incluso especularon con la posibilidad de que las figuras que sí se habían entregado se convirtieran en objetos muy codiciados y cotizados por los coleccionistas.



​Por el momento, Sony no ha hecho ninguna declaración pública al respecto, ni ha respondido a las preguntas o reclamaciones de los clientes afectados. Tampoco se sabe si esta medida afecta solo a Gaming Heads o a otras empresas que también fabrican merchandising licenciado por PlayStation. Lo cierto es que esta situación ha generado mucha incertidumbre y malestar entre los amantes del coleccionismo gamer, que se han visto privados de unos productos que esperaban recibir con ilusión o que ya habían pagado con su dinero.