El Museo Van Gogh de Ámsterdam es uno de los más visitados del mundo, con más de dos millones de personas al año que acuden a admirar las obras del famoso pintor neerlandés. Sin embargo, el pasado 1 de octubre, el museo se convirtió en el escenario de una situación caótica que nada tenía que ver con el arte, sino con los videojuegos.

​Ese día se inauguró la exposición Van Gogh y Japón, que explora la influencia de la cultura japonesa en la obra de Vincent Van Gogh. Como parte de esta exposición, el museo se asoció con Pokémon, una de las franquicias más populares y exitosas originarias de Japón, para crear una tarjeta promocional exclusiva que mostraba al personaje Pikachu con un sombrero de fieltro gris similar a un autorretrato de Van Gogh.

​La tarjeta se podía conseguir comprando cualquier producto de Pokémon en la tienda del museo, que también ofrecía otros artículos relacionados con la exposición, como peluches, camisetas, pósters o libros. Sin embargo, lo que el museo no esperaba era la enorme demanda que generaría esta tarjeta entre los fans de Pokémon, que acudieron en masa al museo desde primera hora de la mañana para hacerse con ella.

​Según informó el museo en un comunicado, la afluencia de visitantes fue tan grande que se formaron largas colas y aglomeraciones tanto dentro como fuera del edificio, lo que supuso un riesgo para la seguridad y la salud de los asistentes y del personal. Además, algunos visitantes mostraron un comportamiento irrespetuoso e incívico, empujando, gritando o saltándose las normas del museo.

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​Ante esta situación, el museo decidió retirar la tarjeta promocional de Pokémon de su tienda al finalizar el día, y anunció que no volvería a venderla en el mismo lugar. En su lugar, ofreció otras opciones para los fans que quisieran conseguir la tarjeta sin tener que acudir al museo. Así, el museo habilitó una página web donde se podía reservar la tarjeta y recibirla por correo postal, siempre y cuando se cumplieran ciertos requisitos: ser residente en Reino Unido, Estados Unidos o Canadá; tener más de 18 años; y pagar una cuota de envío y gestión.

​Además, el museo informó de que la tarjeta también se distribuiría en algunas tiendas seleccionadas de los Países Bajos a principios del próximo año, aunque no especificó cuáles ni cuándo. Por otro lado, aseguró que la exposición "Van Gogh y Japón" seguiría abierta hasta el 7 de enero de 2024, y que los visitantes podrían disfrutarla con normalidad y sin problemas.

​La retirada de la tarjeta promocional de Pokémon del Museo Van Gogh ha causado decepción entre muchos fans que esperaban conseguirla, pero también ha generado un efecto secundario: el aumento de su valor en el mercado de coleccionismo. Según varios medios especializados en videojuegos, se ha convertido en un objeto muy codiciado y escaso, lo que ha provocado que algunos revendedores hayan puesto a la venta ejemplares de la tarjeta en plataformas como eBay por precios desorbitados, llegando a superar los dos mil dólares.

​La colaboración entre el Museo Van Gogh y Pokémon ha sido una iniciativa original y creativa que pretendía acercar el arte y los videojuegos a un público más amplio y diverso. Sin embargo, también ha evidenciado los problemas que pueden surgir cuando se mezclan dos fenómenos culturales tan populares y masivos como estos. Lo que está claro es que esta tarjeta se ha convertido en una pieza de coleccionista que muchos desearían tener.