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La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, anunciada en enero de 2022 por un valor de 69.000 millones de dólares, podría estar más cerca de materializarse tras el visto bueno provisional de la Competition and Markets Authority (CMA) del Reino Unido. El organismo regulador, que había expresado sus preocupaciones sobre el impacto de la operación en el mercado de los videojuegos, ha aceptado una propuesta reestructurada presentada por las partes en agosto, que implica la venta de los derechos de juego en la nube de Activision Blizzard a Ubisoft fuera del Espacio Económico Europeo.

​Según la CMA, esta medida responde sustancialmente a las objeciones planteadas inicialmente, ya que reduce el riesgo de que Microsoft limite el acceso a los juegos de Activision Blizzard a sus competidores o aumente los precios para los consumidores. Además, considera que Ubisoft es un comprador adecuado para los derechos de juego en la nube, dado su tamaño, experiencia y reputación en el sector.

​La CMA ha notificado a las partes que hay motivos razonables para creer que la versión modificada de los compromisos ofrecidos podría ser aceptada y que está considerando la oferta. No obstante, se trata de una decisión provisional y se invita a las partes interesadas a presentar sus observaciones antes del 29 de septiembre. La decisión final se espera para el 6 de octubre.

​La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft es una de las mayores operaciones en la historia de la industria del videojuego y supondría la incorporación al catálogo de Xbox Game Studios de algunas de las franquicias más populares y exitosas del mercado, como Call of Duty, World of Warcraft, Overwatch o Diablo. Además, reforzaría el servicio de suscripción Xbox Game Pass, al que se añadirían más de 400 millones de jugadores mensuales activos.

​Sin embargo, la operación aún debe recibir el visto bueno de otras autoridades reguladoras, como la Comisión Europea o la Administración Biden en Estados Unidos. Algunos expertos han señalado que el proceso podría alargarse hasta 2024 debido a las posibles implicaciones antimonopolio y a las investigaciones sobre las denuncias de acoso y discriminación que pesan sobre Activision Blizzard.

​Microsoft ha manifestado su confianza en que la compra se completará a principios del próximo año fiscal, que comienza en julio de 2023. Por su parte, Activision Blizzard ha asegurado que seguirá operando como una empresa independiente hasta que se cierre el acuerdo y que mantendrá su compromiso con sus empleados, jugadores y socios.