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Elon Musk es conocido por sus ambiciosos proyectos que buscan transformar el mundo y la humanidad. Desde sus cohetes reutilizables que aspiran a colonizar Marte, hasta sus coches eléctricos y autónomos que prometen revolucionar el transporte, el multimillonario sudafricano no se conforma con lo convencional. Su última apuesta es Neuralink, una empresa de neurotecnología que desarrolla implantes cerebrales capaces de conectar el cerebro humano con una computadora o una tablet.

​Mono jugando a un videojuego gracias a un chip de Neuralink implantado en su cerebro.

​Según Musk, el objetivo de Neuralink es crear una simbiosis con la inteligencia artificial, que permita a las personas acceder a información, comunicarse y controlar dispositivos con solo pensar. Además, el empresario asegura que su tecnología podrá curar o aliviar enfermedades como la ceguera, la sordera, la depresión, el Alzheimer o el Parkinson, entre otras.

​Para lograrlo, Neuralink ha diseñado un chip del tamaño de una moneda, que se inserta en el cráneo mediante una cirugía mínimamente invasiva. Contiene unos 1.024 electrodos ultrafinos que se conectan con las neuronas del cerebro, y que pueden leer y escribir señales eléctricas. Estas señales se transmiten de forma inalámbrica a un dispositivo externo, que las procesa y las convierte en acciones o información.

​Neuralink ya ha probado su chip en animales como ratones, cerdos y monos, con resultados prometedores. En agosto de 2020, Musk presentó a un cerdo llamado Gertrude, que tenía un implante en el cerebro desde hacía dos meses. El empresario mostró cómo el chip podía registrar la actividad neuronal del animal cuando olfateaba comida o tocaba objetos con el hocico. En enero de 2021, Musk reveló que Neuralink había implantado un chip en un mono, que podía jugar a videojuegos con su mente.

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​Ahora, Neuralink quiere dar el salto a los humanos. La empresa ha recibido la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para iniciar los ensayos clínicos en 2024. Para ello, Neuralink busca pacientes con parálisis, entre los 18 y 40 años, que quieran participar en la investigación, que durará unos seis años. El proyecto pretende realizar 11 cirugías en 2024, 27 en 2025 y 79 en 2026. Tras estos primeros ensayos, quieren aumentar los implantes y hacer 499 cirugías en 2027, hasta llegar a las 22.204 en 2030.

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​Según Neuralink, los voluntarios recibirán un implante en el área motora del cerebro, que les permitirá controlar el cursor o el teclado de una computadora con sus pensamientos. De esta forma, podrán comunicarse, navegar por internet, jugar o trabajar sin necesidad de moverse. La empresa espera que esta tecnología mejore la calidad de vida de las personas con discapacidad, y que eventualmente pueda restaurar funciones como el habla, el movimiento o el tacto.

​Sin embargo, no todos ven con buenos ojos esta iniciativa. Algunos expertos en neurociencia, ética y sociedad han expresado sus dudas y preocupaciones sobre los posibles riesgos y consecuencias de los implantes cerebrales de Neuralink. Entre ellos, se encuentran los problemas técnicos, como la biocompatibilidad, la durabilidad, la seguridad o la precisión de los dispositivos. También se plantean los desafíos éticos, como el consentimiento informado, la privacidad, la autonomía o la identidad de los usuarios. Y por último, se cuestionan los impactos sociales, como la desigualdad, la discriminación, la regulación o la responsabilidad de esta tecnología.

​Uno de los aspectos que más controversia genera es la posibilidad de que los implantes cerebrales de Neuralink se conviertan en una forma de mejora humana, y no solo de terapia. Es decir, que personas sanas quieran implantarse un chip para aumentar sus capacidades cognitivas, sensoriales o físicas, al estilo de los videojuegos de ciencia ficción como Cyberpunk 2077.

​Imagen del juego Cyberpunk 2077. Para PC en Amazon por [actualizando precio...]. También disponible para PlayStation y Xbox.

​Cyberpunk 2077 es un juego de rol de acción y aventura de mundo abierto, desarrollado por CD Projekt RED y lanzado en diciembre de 2020 para varias plataformas. Se ambienta en la megalópolis de Night City, en el año 2077, donde la tecnología ha avanzado tanto que las personas pueden modificar sus cuerpos con implantes cibernéticos llamados "ciberware". Estos implantes pueden mejorar la vista, el oído, el habla, la fuerza, la velocidad, la resistencia, la inteligencia, la memoria, la percepción, la creatividad o la empatía de los usuarios, entre otras cosas.

​El jugador puede personalizar su personaje con diferentes tipos de ciberware, que se clasifican en tres categorías: ópticos, neuronales y mecánicos. Los ópticos son los que afectan a la visión, como los escáneres, los aumentos o las gafas. Los neuronales son los que afectan al cerebro, como los chips, los implantes o las interfaces. Y los mecánicos son los que afectan al resto del cuerpo, como los brazos, las piernas, el torso o la piel.

​El uso de ciberware en el juego tiene ventajas y desventajas. Por un lado, permite al jugador acceder a nuevas habilidades, información y opciones de juego. Por ejemplo, puede hackear dispositivos, ver a través de las paredes, comunicarse telepáticamente, manipular la mente de los enemigos, disparar mejor, conducir más rápido o pelear más duro. Por otro lado, implica un costo económico, físico y psicológico. El jugador tiene que pagar por los implantes, que son ilegales y peligrosos. Además, tiene que lidiar con los efectos secundarios, como el rechazo, la infección, la adicción, la locura o la pérdida de humanidad.

​Johnny Silverhand, interpretado por Keanu Reeves en Cyberpunk 2077, es una persona fallecida cuya conciencia ha sido implantada mediante un chip en el cerebro del protagonista, apodado V. En Amazon para PC por [actualizando precio...]. También disponible para PlayStation y Xbox.

​En cierto sentido, podemos decir que Cyberpunk ya ha hecho realidad algunas cosas de la ciencia ficción. Mediante inteligencia artificial han logrado "revivir" en el juego la voz del fallecido actor de doblaje Miłogost Reczek que interpretaba a Viktor Vektor, precisamente un médico que coloca implantes en el videojuego.

​El juego plantea una reflexión sobre el futuro de la humanidad, y sobre los límites éticos y morales de la tecnología. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a modificar nuestros cuerpos y mentes con implantes cibernéticos? ¿Qué beneficios y riesgos tiene esta práctica? ¿Qué consecuencias sociales y culturales tiene esta tendencia? ¿Qué significa ser humano en un mundo de ciberpunk?

​Estas son algunas de las preguntas que también se hacen los críticos de Neuralink, que ven en los implantes cerebrales de Musk una amenaza para la dignidad, la diversidad y la libertad humanas. Según ellos, los implantes podrían crear una brecha entre los que pueden acceder a ellos y los que no, generando una nueva forma de desigualdad y exclusión. También podrían alterar la identidad, la personalidad y la conciencia de los usuarios, haciéndolos dependientes de la tecnología y vulnerables a la manipulación. Y además, podrían provocar conflictos éticos, legales y políticos, al cuestionar los derechos, las responsabilidades y el poder de las personas y las instituciones.

​Por su parte, los defensores de Neuralink argumentan que los implantes cerebrales son una oportunidad para mejorar la salud, el bienestar y el conocimiento humanos. Según ellos,podrían ayudar a millones de personas que sufren de enfermedades o discapacidades, ofreciéndoles una mejor calidad de vida y una mayor autonomía. También podrían potenciar las capacidades, las habilidades y la creatividad de los usuarios, permitiéndoles acceder a más información.

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​Por el momento, no podemos sacar conclusiones sobre esta nueva tecnología. Tan solo podemos volver la vista atrás y observar cómo muchas de las cosas que hemos visto en la ciencia ficción han llegado a nuestra realidad de hoy en día e, incluso, han sido superadas. El tiempo dirá si estos chips servirán realmente para mejorar nuestras vidas o si el modo de vida al estilo Cyberpunk se convierte en otra profecía más cumplida.