EXOJUEGO
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El streamer se llama SBCoop y es un conocido creador de contenido de Pokémon en Twitch, donde tiene más de 20.000 seguidores. El pasado 9 de febrero, recibió un correo de Twitch informándole de que su cuenta había sido suspendida por violar las normas de la comunidad sobre el contenido sexualmente sugerente o explícito.

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Bonsly, el pokémon que Twitch considera pornográfico.

​SBCoop quedó atónito al leer el motivo del baneo y compartió el correo en sus redes sociales, donde mostró su incredulidad y su enfado. ¿Qué tiene de sexual o desnudo mi icono de Bonsly? ¿Qué fluidos corporales son esos? ¿Las lágrimas? ¿El agujero de abajo? Esto es una broma, ¿verdad?, escribió el streamer.

​SBCoop también se puso en contacto directamente con Twitch para pedir una explicación y una solución, pero no recibió ninguna respuesta. Esto es injusto e inaceptable. He trabajado duro para crear una comunidad de Pokémon en Twitch y ahora me quitan todo por un icono que no tiene nada de malo. Quiero que me devuelvan mi cuenta y que se disculpen, declaró el streamer.

​La noticia del baneo de SBCoop se hizo viral en las redes sociales y generó una ola de apoyo y de indignación entre la comunidad de Pokémon y de Twitch. Muchos usuarios expresaron su solidaridad y criticaron la decisión de Twitch, que consideraron arbitraria e injustificada.

​Esto es ridículo. Twitch banea a un streamer de Pokémon por un icono inocente, pero permite que otras streamers hagan striptease o usen juguetes sexuales en directo. ¿Dónde está la coherencia?, comentó un usuario.

​Esto es una falta de respeto a SBCoop y a toda la comunidad de Pokémon. Twitch debería revisar su normativa y ser más transparente y consistente. Espero que le devuelvan su cuenta pronto y que se disculpen, opinó otro usuario.

​Algunos usuarios también hicieron memes y bromas sobre el icono de Bonsly, y muchos se quejaban de que también sus cuentas habían sido bloqueadas por el mismo motivo de forma totalmente injustificada.

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Incluso con la búsqueda segura activada, Google nos muestra imágenes reales al escribir las palabras "arma fuego", sin ningún tipo de restricción.

​Al parecer, la plataforma utiliza un sistema de reconocimiento de imágenes que pretende detectar contenidos inapropiados, pero está tan exageradamente forzado que detecta como pornográficos diseños realizados para incluso ser presentados a menores de edad. Esto lleva a la exasperación de muchos usuarios que se preguntan hasta dónde es capaz de llegar la censura y si esto se trata de una vulneración flagrante del derecho fundamental a la libertad de expresión.

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Sin embargo, cuando escribimos las palabras "dibujo pene", a pesar de que hemos especificado que muestre un dibujo, no muestra ninguna imagen.

​Este tipo de censura no es exclusiva de Twitch. Podemos ver que en otros medios, e incluso los sistemas de inteligencia artificial, censuran cualquier contenido, ya sea en imágenes o incluso en texto, que pueda tener algún tipo de parecido con la sexualidad incluso sin ser en absoluto nada sexual. Este tipo de censura recuerda a la censura franquista española, en la que, por poner un ejemplo, la película que iba a llamarse "La caza del conejo" fue absurdamente censurada y proyectada en cines bajo el título "La caza", ya que los censores franquistas consideraban que la palabra "conejo" podría confundirse con las partes íntimas femeninas.

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Sexóloga se queja de tener que iniciar una recogida de firmas para que Google desbloquee sus vídeos de educación sexual, mientras los vídeos de violencia no tienen restricciones.

​Sin embargo, contenidos violentos de toda índole son ampliamente difundidos por los medios. Hoy día, por ejemplo, podemos ver en internet multitud de fotografías de armas de fuego, armas blancas, etc. sin ningún tipo de filtro, pero para ver incluso contenidos didácticos para la prevención de infecciones de transmisión sexual es frecuente que haya pasar los filtros de mayoría de edad.

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​Este tipo de censura debe hacernos reflexionar sobre si realmente existe la libertad de expresión o solo es una libertad de expresión sesgada y delimitada por unas fronteras sociales que están fuera de lo lógico y de la sensatez. Lo que está claro, es que la sexualidad sigue siendo un tabú exageradamente arraigado en una sociedad que considera más peligroso, por ejemplo, un dibujo de un pene que fotografías o vídeos de armas de fuego.