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La industria de los videojuegos está presenciando un cambio sin precedentes. Activision Blizzard, conocida por sus franquicias de éxito como Call of Duty y World of Warcraft, ha establecido la mayor unión de trabajadores en el sector con el respaldo de Microsoft. Este acontecimiento no solo representa un avance significativo en la lucha por los derechos laborales dentro de la industria, sino que también destaca la creciente tendencia hacia la organización laboral en el ámbito tecnológico.

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Diversity, equity & inclusion. Imagen alojada en activision.com.

​La unión, compuesta por unos 600 trabajadores, es la primera en organizarse bajo un nuevo acuerdo de neutralidad laboral que entró en vigor tras la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft en octubre. Este acuerdo requería que Microsoft se mantuviera neutral respecto a los empleados que mostraran interés en sindicalizarse y proporcionara líneas adecuadas de comunicación e información para que esos trabajadores decidieran.

​La formación de esta unión es un reflejo del compromiso continuo de Microsoft con sus trabajadores y su promesa de permitirles decidir por sí mismos si desean formar parte de un sindicato. Según Claude Cummings Jr., presidente de la Communications Workers of America (CWA), Microsoft ha cumplido su promesa de dejar que los trabajadores decidan por sí mismos si quieren un sindicato.

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​Este movimiento es particularmente significativo en una industria que ha sido criticada por sus prácticas laborales, incluyendo largas horas de trabajo y falta de estabilidad en el empleo. Los trabajadores que prueban los juegos en busca de errores y fallos, han enfatizado la necesidad de protecciones laborales, señalando que su rol a menudo se siente infravalorado en comparación con los ingenieros de software o desarrolladores.

​La aprobación de la unión por parte de Microsoft llega después de que la compañía enfrentara meses de retrocesos regulatorios y despidos en su división de juegos. Sin embargo, la decisión de la empresa de reconocer la unión y contratar a 77 empleados temporales sindicalizados a tiempo completo en Zenimax, otra subsidiaria de videojuegos de Microsoft, ha sido un logro bien recibido por los trabajadores.

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​El impacto de esta unión se extiende más allá de Activision Blizzard y Microsoft, estableciendo un precedente para otras empresas de videojuegos y tecnología. A medida que las grandes empresas tecnológicas crecen y enfrentan a mayores desafíos para la protección de los trabajadores y la formación de sindicatos podría ser un paso crucial hacia un entorno de trabajo más justo y equitativo.