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El Departamento de Asuntos Internos de Dushanbe ha declarado una prohibición estricta sobre la reproducción de ciertos videojuegos violentos, incluyendo Grand Theft Auto (GTA) y Counter-Strike, en todo Tayikistán. Esta medida, según el gobierno, forma parte de un esfuerzo por intentar combatir la delincuencia y proteger a los jóvenes de las influencias negativas asociadas con los juegos que muestran violencia. La iniciativa sigue a una decisión previa tomada en junio de 2017 por el alcalde de Dushanbe, Rustam Emomali, que prohibió a los menores visitar centros recreativos y cibercafés durante las horas nocturnas.

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​Según el análisis dirigido por el gobierno, se ha observado una preocupante tendencia a la adicción a videojuegos violentos entre jóvenes, lo que considera que a menudo conduce a comportamientos delictivos. El Ministerio de Cultura de Tayikistán ha concluido que estos juegos contienen elementos de brutalidad, asesinato y robo, perjudiciales para los jugadores impresionables.

​Mientras tanto, los jugadores tayikos han comenzado a buscar alternativas para acceder a los juegos prohibidos. Algunos han recurrido a redes privadas virtuales (VPNs) para eludir las restricciones y continuar jugando en línea. Sin embargo, las autoridades han advertido que el uso de VPNs para acceder a contenido prohibido estará sujeto a sanciones. El gobierno también está haciendo un llamamiento a los ciudadanos para que vigilen los hábitos de juego de sus hijos.

​La prohibición no solo afecta a los jugadores individuales, sino que también se extiende a los propietarios de centros recreativos y los cibercafés que aún existen, quienes deben de dejar de ofrecer estos videojuegos. Las autoridades planean realizar redadas e inspecciones regulares para garantizar el cumplimiento de esta prohibición y han establecido un sistema de monitoreo, además de sanciones. Los centros recreativos, cibercafés y otros establecimientos que no cumplan con la prohibición, podrían enfrentarse grandes multas y al cierre de sus negocios.

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​Según indica el gobierno, el objetivo de estas medidas es salvaguardar a los jóvenes, prevenir que se involucren en actividades delictivas y mantener la moral y los valores culturales del país. También ha anunciado planes para promover alternativas de entretenimiento más saludables y educativas para los jóvenes. Se están desarrollando programas comunitarios y actividades extraescolares que buscan involucrar a los jóvenes en deportes, artes y otras actividades constructivas, para proporcionar opciones de ocio que fomenten el desarrollo personal y social positivo.

​El impacto de esta prohibición ha generado diversas reacciones entre la población y los expertos en videojuegos. Algunos padres y educadores han aplaudido la medida, argumentando que ayudará a reducir la exposición de los jóvenes a contenidos violentos y potencialmente dañinos. Sin embargo, los detractores argumentan que, en lugar de abordar las causas subyacentes de la delincuencia juvenil, como la falta de oportunidades educativas y de empleo, el gobierno está optando por una solución superficial que podría no tener el efecto deseado. Además, señalan que los videojuegos son solo una forma de entretenimiento y que la mayoría de los jugadores no se ven influenciados negativamente por ellos.

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​Esta prohibición también ha suscitado un debate sobre la censura y la libertad de expresión. Algunos defensores de los derechos humanos argumentan que la prohibición podría sentar un precedente peligroso para censurar otros tipos de contenidos en el futuro. Temen que el gobierno pueda utilizar esta medida como una excusa para restringir más el acceso a la información y el entretenimiento en línea.

​Algunos expertos en psicología y sociología han respaldado la decisión del gobierno, citando estudios que sugieren una correlación entre la exposición prolongada a la violencia en los videojuegos y el aumento de comportamientos agresivos en ciertos individuos. Estos expertos argumentan que, aunque no todos los jugadores se ven afectados de la misma manera, es prudente tomar medidas preventivas para proteger a los más vulnerables.

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​La comunidad internacional también ha mostrado interés en esta decisión, con varios medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos monitoreando de cerca la situación. La prohibición ha sido vista por algunos como un reflejo de las políticas más amplias del gobierno tayiko en relación con el control de la información y la regulación del comportamiento social. En respuesta a estas preocupaciones, las autoridades tayikas han defendido su decisión, afirmando que su principal objetivo es proteger a los jóvenes y mantener la estabilidad social, subrayado que la prohibición es una medida temporal y se revisará periódicamente para evaluar su efectividad y su impacto en la sociedad.

​La prohibición ha reavivado el debate sobre la relación entre videojuegos y violencia. Aunque numerosos estudios han explorado esta relación, los resultados han sido mixtos y no concluyentes: algunos estudios sugieren que los videojuegos violentos pueden aumentar la agresividad en ciertos individuos propensos a ser agresivos; muchos no encuentran una conexión significativa entre videojuegos y aumento de la violencia; otros indican que los videojuegos violentos no producen individuos violentos, sino que los individuos violentos tienen tendencia a jugar a videojuegos violentos; también los hay que indican que las personas violentas que usan videojuegos violentos tienen una vía de desfogue que reduce su agresividad en la vida real. Incluso hay situaciones, que no son estudios realmente, en las que los videojuegos se utilizan como medida para rebajar la agresividad, como su uso para calmar presos peligrosos en cárceles.

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​En cualquier caso, la prohibición de Grand Theft Auto y Counter-Strike es una medida controvertida que ha generado un amplio debate tanto en Tayikistán como en el mundo. Mientras el gobierno defiende su decisión como una medida necesaria para proteger a los jóvenes, los críticos advierten sobre los posibles efectos negativos de la censura y la falta de un enfoque integral para abordar la delincuencia juvenil.