La reciente adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha sido una de las operaciones más importantes de la historia de la industria de los videojuegos. Con esta compra, la compañía de Redmond se hace con el control de algunas de las franquicias más populares y rentables del sector, como Call of Duty, Warcraft, Overwatch o Candy Crush. Sin embargo, este no es el único movimiento que Microsoft tiene previsto para ampliar su catálogo de juegos y competir con rivales como Sony o Nintendo.



​En una entrevista concedida al medio alemán Axel Springer, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, ha confirmado que la empresa va a duplicar su inversión en la creación de juegos propios. Según Nadella, los juegos son uno de los tres pilares de la marca, junto con las herramientas para desarrolladores y el software propietario. El ejecutivo ha afirmado que la demanda de entretenimiento interactivo está creciendo y que la generación Z va a dedicar más tiempo a los juegos.



​Nadella ha explicado que Microsoft quiere aprovechar las oportunidades que ofrece el cambio radical que está experimentando la forma en que se crean, se entregan y se consumen los juegos. Apuesta por ofrecer experiencias multiplataforma que se puedan disfrutar tanto en consola, como en PC, móvil o nube. Para ello, cuenta con servicios como Xbox Game Pass, una suscripción mensual que da acceso a cientos de juegos de alta calidad, incluyendo los nuevos lanzamientos de Xbox Game Studios y Bethesda Softworks el mismo día de su estreno.



​Además, Microsoft dispone de una amplia red de treinta estudios que desarrollan juegos exclusivos para sus plataformas bajo su sello Xbox Game Studios, a los que hay que sumar los ocho estudios de ZeniMax Media (la matriz de Bethesda) que adquirió en 2020 por 7.500 millones de dólares, y los diez estudios de Activision Blizzard que comprará en 2023 por 68.700 millones de dólares. Entre todos estos estudios, Microsoft posee algunas de las sagas más importantes e influyentes del mundo de los videojuegos, como Halo, Gears of War, Forza, Minecraft, Doom, The Elder Scrolls o Fallout.



​Con esta enorme capacidad productiva, pretende ofrecer una gran variedad y calidad de juegos a sus usuarios. Según Phil Spencer, el jefe de Xbox Game Studios, la compañía tiene previsto lanzar al menos un juego nuevo cada trimestre. Además, Spencer ha asegurado que algunos de los títulos más esperados de Activision Blizzard, como Call of Duty o Diablo IV, estarán disponibles en Xbox Game Pass desde el primer día.



​La estrategia de Microsoft contrasta con la de Sony, su principal competidor en el mercado de las consolas. La empresa japonesa se ha caracterizado por apostar por los juegos exclusivos para su plataforma PlayStation, con un alto nivel de calidad y producción. Algunos ejemplos son God of War, Uncharted, The Last of Us o Spider-Man. Sin embargo, Sony no cuenta con un servicio similar a Xbox Game Pass ni con una oferta tan amplia y diversa como la de Microsoft.



​La inversión anunciada por Nadella demuestra el compromiso y la ambición de Microsoft por liderar el sector de los videojuegos. Quiere ofrecer a sus usuarios el mejor catálogo posible y las mejores opciones para disfrutarlo. Con más recursos destinados a la producción propia y con las recientes adquisiciones realizadas, Microsoft se posiciona como una fuerza imparable en el mundo del entretenimiento interactivo.