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Análisis de Hades: reviviendo la célebre joya de Supergiant Games
Mientras esperamos la versión completa de Hades 2, decidimos revisitar a su predecesor: un «rogue lite» único que hará que quieras bajar al infierno.
Hades
En la barca de Caronte, surcando el río Estigia, recuerdas las palabras de tu madre sobre el sitio al que te aproximas. Estas hacían mención a un lugar desolador, lleno de almas en pena y del que es sumamente difícil escapar a menos que hagas acopio de armas legendarias y compartas vínculos poderosos con los dioses olímpicos.
Al llegar a tu destino, la morada de Hades, donde se recibe a los muertos, te das cuenta que tu madre se equivocaba. Bueno, por lo menos en parte. El inframundo está lleno de sonrisas, color y personas que te pondrán las cosas fáciles en lo que a disfrutar tu vida tras morir se refiere. Pero en lo que respecta a escapar de ahí, ningún ser que habite esas tierras te lo pondrá en bandeja. A no ser que seas el hijo de Hades, Zagreo, no tendrías la más mínima posibilidad. Es este personaje el que encarnamos al jugar a Hades, un videojuego rogue lite de Supergiant Games —equipo artífice de obras como Bastion y Transistor— con ambientación mitológica griega. Mientras esperamos la salida de la versión 1.0 de Hades 2, hemos querido repasar las razones por las que Hades es un imprescindible en la lista de cualquier jugador.
Zagreo es, junto a los demás personajes que conforman este título, un protagonista con personalidad y carisma. Este desafía a su padre constantemente intentando escapar de su casa: el inframundo. Sus intentos de huida son el eje principal de la trama sobre la que se desarrollarán conversaciones, peleas y mecánicas interesantes propias de un rogue lite. Pero lo que no es propio de un rogue lite es la historia que nos cuenta este juego y cómo lo hace, ya que se desarrolla durante las tentativas de huida y fuera de ellas.
Equipo de desarrollo de Supergiant Games. Créditos: Supergiant Games
Para los que no conozcan el género, un videojuego rogue like o rogue lite es uno en el cual se realizan muchos intentos de completar el juego. Cada intento generará proceduralmente salas por las cuales se avanza para ganar habilidades y pelear contra bosses. En los rogue like, tras una derrota, se pierden todas las mejoras que se hayan conseguido, pero en los juegos rogue lite una pequeña parte del botín de cada intentona permanece con el jugador para obtener mejoras activas en cada tentativa. En la morada de Hades es donde, en este juego, podremos intercambiar objetos permanentes como oscuridad, gemas y demás que hayamos ganado en cada run para obtener habilidades, mejoras para armas, pistas de la increíble banda sonora del juego...
En un lugar como el hogar de los muertos y en un juego rogue lite, la muerte es un proceso ineludible y una mecánica principal. De hecho, Hades es uno de esos juegos donde mueres mucho y que, lejos de frustrarte, te recompensa devolviéndote a la morada, lugar para la realización de útiles adquisiciones. Dichas adquisiciones, en su mayoría, son empleadas dentro de cada intento.
En tu primera tentativa de huida irás a ciegas y sin ninguna mejora permanente. Seguramente, en la primera sala, te toparás con la bendición de un dios olímpico como Zeus o Poseidón. Tras hablar con el dios pertinente y escuchar un diálogo entretenido y relevante para la trama, tocará elegir el efecto de la bendición entre los tres que nos ofrecerá cada dios. Dichas bendiciones (solo hábiles en la run que estés realizando) mejorarán nuestro ataque estándar, especial o arrojadizo aumentando su potencia de ataque y añadiendo al tipo de golpe la mecánica propia del dios que nos otorgue la bendición —como que al atacar empujemos a los enemigos, que obtengamos una probabilidad de golpe crítico...— o, incluso, cambiando nuestro ataque arrojadizo (un proyectil que enviamos hacia delante) por un láser que persigue a los enemigos, una flecha auto dirigida... Habrán ocasiones que nos otorgarán una habilidad pasiva.
Después de elegir el efecto de la bendición tocará pelear contra las criaturas del Tártaro mediante un sistema de combate que nos lleva al límite y nos satisface a partes iguales. Al acabar el enfrentamiento y recibir algunos óbolos de Caronte, habrá que elegir la recompensa de la siguiente sala, ya sean objetos intercambiables dentro y fuera de los intentos o bendiciones.
Aspecto gráfico de Hades.
Al morir (en tu primera tentativa de huida será pronto), podrás hablar con los diferentes personajes que viven en la morada, regalarles ambrosía a cambio de objetos que te darán una mejora en los intentos, acariciar al majestuoso y adorable Cerbero, comprar mejoras en el espejo de Nicte o desbloquear armas gastando llaves. Hay muchas mecánicas divertidas dentro de Hades que invitamos a qué descubráis por vuestra cuenta.
Todas las conversaciones en Hades son relevantes y cada vez que mueres descubres más. A día de hoy no recuerdo un diálogo que se haya repetido. No solo las veces que has muerto influyen en el diálogo con el que te deleitará cada personaje, sino cómo has muerto, contra quién, qué bendiciones has escogido en el intento anterior intento... son factores que determinarán la conversación que mantendrás con dioses, dioses ctónicos o seres dignos de mención tanto fuera como dentro del campo de batalla.
Durante cada run, la combinación y sinergia de las habilidades que obtengas será de vital importancia. Muchas veces, tendrás que cambiar tu estilo de juego dependiendo de la primera bendición que obtengas. Esto hace que tengas que amoldarte en cada tentativa de huida a una manera de jugar diferente, lo que da como resultado una experiencia diametralmente opuesta cada vez que decides que es momento de dar batacazos y golpes contra el séquito de Hades que, por cierto, es muy variado tanto visual como mecánicamente.
Ahondando un poco más en el combate del título, lo único que podemos decir es que nos encontramos ante un sistema de pelea donde hay que estar atento en todo momento a los enemigos, nuestra posición relativa a ellos y nuestros ataques. También tenemos que tener en cuenta cómo funciona nuestra build dependiendo de las bendiciones, mejoras temporales, y armas que poseamos. Los enfrentamientos de este título nos proporcionarán una intensa diversión y un estallido de color constante resultando en una experiencia visual única y prácticamente infinita por todas las combinaciones de armas, bendiciones y objetos temporales posibles.
Aspecto gráfico de Hades.
La rejugabilidad de Hades es enorme debido a los múltiples desafíos y complicaciones que nos podemos imponer, ganando así más recompensas permanentes que ofrecer a cambio de decorar la morada de Hades y obtener mejoras en las estancias del inframundo. También podemos dedicarnos a regalar ambrosía a todos los personajes para subir nuestra amistad con ellos al máximo, desbloquear diálogos ocultos y armas secretas. Escuchar los murmullos inentendibles de Caronte también es un motivo por los que continuar en el juego tras ver los créditos.
Desde luego visualmente es sobresaliente, ya que todos los personajes tienen una personalidad deslumbrante y tanto sus colores como los de los enemigos y objetos se sienten muy vivos y excelentemente bien implementados dentro de los escenarios. No presenta casi fallos de rendimiento y está muy bien optimizado en todas las plataformas. Tampoco hay que perder de vista su banda sonora, una que mezcla muchos estilos musicales, ya sean metal o música más relajada.
Hades esconde una historia emocionante que, lejos de ser interesante por su profundidad, es interesante por cómo la vamos descubriendo poco a poco en cada run. Me encantaría hacer spoilers pero no quiero estropear los muchos intentos que realizaréis en el juego. Morid y morid, una y otra vez. Bueno, si se le puede llamar así a la derrota que sufre el hijo inmortal de un dios.
La mecánica principal de este juego, así como de todos los juegos del género rogue like o rogue lite, es la muerte. Y en este juego morir no es un punto y final sino un punto y seguido, simbolizando la derrota o la caída que podemos llegar a sufrir en algún momento de nuestra vida. En Hades, volvemos a intentarlo y volvemos a enfrentarnos contra lo que nos separa de nuestro objetivo final y, a pesar de volver al punto de partida, tenemos que volver a intentarlo, volver a partir. Este mensaje y muchos otros que encontramos en Hades son compartidos con muchas obras, pero este título los acoge y los hace suyos al darles un toque personal y único.
Ya han pasado unos años desde el lanzamiento original de Hades y todavía sigue siendo una joyita que recomendamos desde Exojuego para todo amante de los rogue lite y de los videojuegos en general. Sobre todo se lo recomendamos a aquellos que les guste viciar como un enfermo y no salir de su casa en días porque, si elegís a Hades para esto, os estaréis empapando de calidad y oro puro. Desde su banda sonora, pasando por su jugabilidad y acabando con su trama, este juego presenta una propuesta muy interesante que engancha hasta al más pintado por horas y horas, incluso después de presenciar la escena final. Definitivamente Hades es uno de esos juegos que pasará a la historia. Pero un juego no pasa al imaginario colectivo solo por ser bueno, sino por tener alma y, en el caso de Hades, le sobra por todos lados.
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