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El estudio publicado el 19 de agosto de 2024 en la revista Nature Human Behaviour ha revelado que jugar a videojuegos puede mejorar la salud mental, pero sin superar las tres horas al día, ya que al sobrepasarlas los beneficios disminuyen. La investigación, realizada en Japón, involucró a 97,602 personas de entre 10 y 69 años y ha proporcionado nuevos datos sobre los efectos positivos de los videojuegos en el bienestar psicológico.

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​El estudio, dirigido por un equipo de investigadores de la Universidad de Nihon en Tokio, se llevó a cabo entre diciembre de 2020 y marzo de 2022. Durante este periodo, los participantes fueron sometidos a cinco rondas de encuestas que evaluaron su salud mental, la posesión de consolas de videojuegos y sus características sociodemográficas. Los resultados mostraron que aquellos que jugaban a videojuegos experimentaban una disminución en el estrés psicológico y un aumento en la satisfacción con la vida, pero a partir de las tres horas los beneficios disminuyen.

​La investigación se aprovechó de una situación única durante la pandemia de COVID-19, cuando la demanda de consolas de videojuegos como la Nintendo Switch y la PlayStation 5 aumentó significativamente en Japón. Debido a la escasez de consolas, los minoristas implementaron un sistema de lotería para seleccionar aleatoriamente a los consumidores que podían comprar una consola cuando estuviera disponible. Este sistema permitió a los investigadores realizar un experimento natural para estudiar los efectos del juego en la salud mental.

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​El profesor Hiroyuki Egami, coautor del estudio y científico del comportamiento en la Universidad de Nihon, explicó que poseer una consola de videojuegos estaba asociado con una mayor satisfacción con la vida y una menor angustia psicológica. Sin embargo, también señaló que los efectos positivos del juego podrían haber sido amplificados por el contexto de la pandemia, cuando la salud mental de las personas era generalmente más pobre y había menos oportunidades para participar en otras actividades.

​El estudio también encontró diferencias en los efectos del juego según el tipo de consola y la demografía de los jugadores. Así, la posesión de una Nintendo Switch se asoció con resultados más positivos en las poblaciones más jóvenes y en las mujeres, mientras que la posesión de una PlayStation 5 tuvo efectos más pronunciados en los hombres y en las poblaciones adultas sin hijos.

​El profesor Andrew Przybylski, psicólogo de la Universidad de Oxford que estudia cómo los videojuegos influyen en la salud mental de los jugadores, comentó que este estudio proporciona un ejemplo práctico que los investigadores de videojuegos de todo el mundo deberían seguir de cerca. Sin embargo, también advirtió que los efectos en el bienestar necesitarán ser probados fuera del contexto de la pandemia para confirmar su validez en situaciones normales.

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​Este estudio representa un paso importante hacia la comprensión de los beneficios potenciales de los videojuegos para la salud mental. Aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos en diferentes contextos, los resultados sugieren que jugar a videojuegos puede ser una actividad beneficiosa para el bienestar psicológico. Además, que nada más y nada menos que tres horas al día resulten beneficiosas, también sugiere que los expertos se estaban quedando cortos en la cantidad de horas que recomendaban.