Thomas Humphrey, de cuarenta y siete años, ha sido condenado a 40 años de prisión por el asesinato de su madre, Linda Tufts, de 70 años. El juez William Delker, al pronunciar la sentencia, afirmó que «la brutalidad de este crimen simplemente hace que sea demasiado peligroso no imponer una condena de prisión estatal muy larga». El suceso ha dejado a la comunidad de Goffstown, Nueva Hampshire (Estados Unidos), en estado de shock.
El trágico incidente tuvo lugar en la casa que compartían en Goffstown. Los vecinos describieron a Linda Tufts como una mujer amable y cariñosa que siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Humphrey vivía en el sótano de la casa de su madre.
Según los informes, su hijo la apuñaló veintidós veces, casi decapitándola, antes de prender fuego a su cuerpo. La policía encontró a Humphrey en el fondo de las escaleras del sótano con heridas autoinfligidas y sosteniendo un cuchillo. El asesinato se produjo a raíz de una discusión sobre el volumen del sonido de los videojuegos que Humphrey estaba jugando en su PlayStation, la cual le había regalado su madre para celebrar su 47 cumpleaños.
Hombre sentenciado por 40 años a cadena perpétua por matar a su madre. Vídeo del canal de YouTube de WMUR-TV. (En inglés, subtitulable al español).
Humphrey se declaró culpable de asesinato en segundo grado y de incendio provocado. Además de la condena de cuarenta años a cadena perpetua por el cargo de asesinato en segundo grado, también se le impuso una condena suspendida consecutiva de cinco a diez años por incendio provocado.
El abogado defensor de Humphrey argumentó que su cliente sufría de problemas de salud mental no diagnosticados en el momento del incidente. Según el abogado, Humphrey había estado lidiando con la depresión y la ansiedad durante años, y su adicción a los videojuegos era una forma de escapar de sus problemas.
El Dr. John Grohol, un psicólogo experto en salud mental y adicciones, señala que aunque los videojuegos pueden ser una forma de escape para algunas personas, no deben ser vistos como la causa de la violencia. «Es importante recordar que los videojuegos no causan violencia», argumentaba el psicólogo. «La mayoría de las personas que juegan a videojuegos no se vuelven violentas. Sin embargo, en casos raros como este, puede haber otros factores subyacentes, como problemas de salud mental no tratados, que pueden contribuir a la violencia».
El caso ha llevado a un debate sobre el papel de los videojuegos en la sociedad y su posible conexión con la violencia. Aunque la mayoría de los estudios no han encontrado una correlación directa entre ambos, este caso ha reavivado el debate, y ha puesto de relieve la necesidad de abordar los problemas de salud mental y la violencia doméstica.