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La Asociación Internacional de Desarrolladores de Juegos (IGDA), una organización sin ánimo de lucro que cuenta con más de 10.000 miembros y más de ciento cincuenta sedes en todo el mundo, ha emitido un llamado urgente a la industria de los videojuegos para que se tomen medidas más efectivas para proteger los empleos de los desarrolladores y prevenir más despidos. La organización ha citado «más de 8.700» pérdidas de empleo solo este año, y ha declarado que «la gravedad de esta situación y su impacto en la industria no puede ser exagerada».

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Logo de la IGDA.

​La IGDA ha instado a los líderes de los estudios a «implementar medidas sostenibles dentro de sus organizaciones para evitar despidos innecesarios». En su declaración, la organización expresó que los desarrolladores tienen preocupaciones fundadas sobre la estabilidad de sus carreras y de la industria en general.

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​La organización ha señalado que los individuos con talento, especialmente aquellos de comunidades históricamente marginadas, pueden verse obligados a buscar oportunidades fuera de la industria de los videojuegos debido a la inestabilidad que les aporta. Según refiere, esto lleva a al deterioro general de la industria y a una menor representación de algunos colectivos. También ha enfatizado que para fomentar una industria saludable y próspera, los estudios deben planificar mejor el crecimiento de forma sostenible y evitar la fuga de talentos de sus propias empresas y de la industria en general.

​La IGDA ha puesto a disposición de los desarrolladores despedidos diversos métodos de apoyo, y ofrece asociarse gratuitamente, además de dar asesoramiento prioritario para aquellos que se han visto afectados. En su declaración, ha expresado que «juntos, podemos sortear los desafíos actuales a los que se enfrentan los desarrolladores, y la industria en general, con resiliencia y empatía, mientras construimos un futuro sostenible para los juegos y todos aquellos que los crean».

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​La declaración de la IGDA se produce después de más de 15.000 recortes de empleo y múltiples cierres de estudios en los últimos 18 meses. Uno de los últimos cierres fue el del estudio Possibility Space. Su fundador, Jeff Strain, culpó del cierre a las filtraciones confidenciales de los empleados y al medio informativo Kotaku por publicarlas.

​La IGDA ha señalado que los estudios deben ser más transparentes en sus prácticas de contratación y despidos, y deben proporcionar a los empleados una comunicación clara y oportuna sobre los cambios en la empresa. La organización también ha instado a los estudios a que proporcionen a los empleados despedidos una indemnización adecuada y asistencia para encontrar nuevos empleos.